Muchos de nosotros y nosotras nos consideramos gente sin maldad, "buena gente", pero que, desde una cultura minusvalidista asimilada acríticamente, contribuimos a crear un mundo inhóspito, de aislamiento comunicativo y de desigualdades para muchas personas con discapacidad. Dicho contexto es el que da sentido a este libro en el que se nos presenta la Historia de Vida de Angel, un joven treintañero que tiene parálisis cerebral. Necesitamos conocer, comprender, comunicarnos, dejarnos penetrar y marcar por estas personas para, después, saber, querer y poder actuar para mejorar dicha realidad. Angel, no sólo nos ha permitido adentrarnos en la historia de su vida, sino que, en un proceso continuo de asunción de sus posibilidades y capacidades personales ha participado activamente como coinvestigador para dar a luz su propia historia. La descripción de este proceso es parte importante de esta obra. La obra se dirige a un público muy diverso. Interesará a personas con discapacidad y a sus familiares porque puedan reflejarse, conocer o contrastar sus circunstancias con las de otras que viven en condiciones similares;por otro lado, también porque puedan empezar a descubrirse en situaciones de participación social de forma más activa y decisiva. Igualmente, a estudiantes, profesionales e investigadores/as que con ellas se relacionan podrá ayudarles a sentirlas como personas, no como objetos de su trabajo o actividad, a no perder de vista que son eso, seres íntegros que viven en contextos determinados y no "aspectos" o "apartados" educativos, médicos, rehabilitadores, psicológicos, sociales,... desgajados del sujeto y de sus circunstancias personales y socio-culturales. Al fin, será estimulante para cualquier lector o lectora que sepa o intuya que ellos y ellas, las personas con discapacidad, somos nosotros (que los constituimos y nos constituyen), que por tanto ninguna de sus circunstancias nos son ajenas y que, de algún modo, tenemos el poder de participar en la mejora de las condiciones en las que viven.